¿Sabes? Creo que soy la nieta que más suerte tiene, porque cuando te vas a Granada, allí que estoy yo, pero si regresas a Alcalá, aquí que vuelvo yo también. ¡Já! No es fácil deshacerse de mí. Sí, envidiadme prim@s y herman@s (doble Já).
Quiero dejar constancia de dos (de tus
muchas) cualidades aquí:
En primer lugar: tu PACIENCIA. Porque abuela,
cada vez que veo un vaso de leche y una cuchara grande no puedo evitar
acordarme de ti. Mis huesos y yo te estaremos eternamente agradecidos.
En segundo lugar: tu ARTE. Sí, eres una
artista pero de las grandes. Esos refranes que nos dices, esas canciones que
nos cantas ("Moreniiita y chiquititaaa, lo mismo que una aceituna, una aceituna
bendiiita, Moreeena de luuuz de luuuna” o “El trece de mayo la Virgen María
bajó de los cielos a Cova de Iria” o “A Belén camina quisiera saber un hombre a
deshora con una mujer”), esos súper arreglos de costura que haces o esos manjares que cocinas,… pero sobre todo, sobre todo esa ALEGRÍA con la que nos recibes
siempre.
Te quiero mucho. Pero que mucho, mucho. Y si
me lo pides, sigo escribiendo, pero yo sé que tú eres más de leer libros de
santos que de leer comentarios en blogs de internet.
Te mando un saludo cibernéutico, que los besos y los abrazos te los daré la próxima vez que te vea.
Elisa L
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